VIOLENCIA Y DISCRIMINACIÓN DEBEN DEJAR DE SER EXPRESIONES DE HOMOFOBIA
17 de Mayo de 2015
La violencia y la discriminación son la expresión más grave de la homofobia, representan el principal desafío en la lucha en favor del respeto y vigencia de los derechos de personas con orientación sexual diversa, aseguró Miriam Saldaña Cháirez, diputada en el Distrito Federal.
En el marco de la conmemoración del Día Nacional de la Lucha contra la Homofobia y el Día Internacional contra la Homofobia y Transfobia, la legisladora presidenta de la Comisión de Vivienda en la ALDF, pugnó por eliminar la violencia en contra de los grupos de la diversidad sexual y por el respeto a sus derechos e integridad.
Promover el respeto a decidir y a quien opta por la diversidad sexual, dijo Saldaña Cháirez, hará una sociedad más sana y madura, esa enseñanaza debe inicar en el núcleo familiar, para que nadie sea visto como ajeno, incluso en su propio hogar.
De acuerdo con datos recabados por el Conapred, 42.8% de la población considera que la policía es el grupo más intolerante con las personas de preferencia sexual distinta.
También se detectó que 70% de la población en México cree que no se respetan los derechos de los homosexuales, al menos cuatro de cada 10 no aceptaría que convivieran en sus domicilios.
En 1990 la OMS eliminó la homosexualidad de la Clasificación Internacional de Enfermedades, con lo cual el consenso generalizado es que la homosexualidad es una variación natural de la sexualidad humana y no se le puede considerar condición patológica.
El 17 de mayo es el Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia, a pesar de los avances por eliminar su presencia entre las comunidades del mundo, existen inequidades en el acceso y el uso de los servicios de salud por parte de la población LGBT.
Casi 80 países en el mundo criminalizan la homosexualidad y condenan los actos sexuales entre personas del mismo sexo con penas de prisión, nueve de ellos, entre los que se encuentran Afganistán, Mauritania, Nigeria, Pakistán, Arabia, Emiratos Árabes y Yemen mantienen para estos casos la pena de muerte.
