SIN FACULTADES LA PAOT PARA SANCIONAR
07 de Marzo de 2015
Es necesario dotar a la PAOT de mayores facultades para imponer multas y sansiones a quienes infrinjan disposiciones ambientales y quienes hagan caso omiso de las recomendaciones de dicha Procuraduría, con el fin de garantizar los derechos constitucionales a un medio ambiente adecuado para el desarrollo sustentable de nuestra capital y la salud de la población, señaló Miriam Saldaña Cháirez.
Para ello, la asambleísta propuso reformar la Ley Orgánica de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial del Distrito Federal para que tenga mayor alcance en sus atribuciones y el organismo pueda sancionar y ejercer coacción ante la inobservancia de las normas ambientales y de ordenamiento territorial, así como establecer eficiencia y mayor control en cuanto a la protección, defensa, conservación y cuidado del medio ambiente en la Ciudad de México.
En este sentido, dijo que de contar con mayores atribuciones en esta Procuraduría, se incrementan las posibilidades de contener la transgresión a las disposiciones del medio ambiente y garantiza, ante un procedimiento fundado y motivado, que los responsables sean sancionados en forma proporcional al daño que ocasionan.
El cuidado al medio ambiente se ha visto rezagado y cada vez son menores los espacios naturales y los bienes ambientales preservados, a pesar de que de las 148 mil 178.7 hectáreas conformadas en el Distrito Federal, 87 mil 294.36 corresponden a suelo de conservación, representando 59% del total, afirmó la Presidenta de la Comisión de Vivienda de la ALDF.
La Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial del Distrito Federal, señaló la asambleísta, da recomendaciones, sugerencias e impone medidas precautorias, sin embargo, carece de mecanismos coercitivos que sancionen a quienes hacen caso omiso. En el 2014, esta procuraduría recibió 3 mil 425 denuncias y en lo que va del 2015, se contabilizan 639, referentes al uso de suelo urbano, áreas verdes, ruido y vibraciones.
En la actualidad uno de los temas prioritarios, y de los que más aquejan a las grandes urbes, como el Distrito Federal, es el de la contaminación y el crecimiento demográfico, presentando dificultades y consecuencias en otros ámbitos como en la salud, servicio de agua, deterioro ambiental, extinción de especies, mala calidad del aire, entre otros, que repercuten en la vida de sus habitantes.
Los bienes y servicios ofrecidos por los ecosistemas juegan un importante papel en su propia dinámica, así como en la economía de la región o el país donde están insertados. En el caso del Distrito Federal, son vitales porque significan la sobrevivencia de la población que habita en la zona metropolitana, por la conservación de la biodiversidad de la región y por ser el espacio en el cual se realizan las actividades económicas de subsistencia para la población que habita la zona rural de la entidad.
Es trascendental la conservación y preservación de los ecosistemas que sostienen los procesos productivos y así como los que conforman el Suelo de Conservación del Distrito Federal, su sobreexplotación, desencadenaría una fuerza destructiva y en sus efectos sinergéticos y acumulativos, generaría cambios amenazando la estabilidad y sustentabilidad del lugar donde se lleven a cabo, estimó Saldaña Cháirez.
Desafortunadamente en el DF, el cuidado al medio ambiente se ha visto rezagado; y cada vez son menos los espacios naturales que se conservan, debido a las demandas del crecimiento poblacional, que atentan inconscientemente contra el medio ambiente, puntualizó Saldaña Cháirez.
