Proponen incluir a la ética social y pública en la Ley General de Educación, como elemento de prevención, en el combate a la corrupción
31 de Marzo de 2016
A fin de incluir una identidad más sólida en los estudiantes del nivel básico, por medio de un catálogo mínimo de valores sociales, así como establecer a la ética social y la ética pública, como elementos de formación, la diputada Elena Edith Segura Trejo presentó una iniciativa de iniciativa para modificar la Ley General de Educación.
Ante el pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, la legisladora local afirmó que la educación es un sólido elemento del combate a la corrupción y, por supuesto, un instrumento que abona, progresivamente, a cesar las acciones contrarias al significado esencial del servicio público.
En este marco, es necesario incluir elementos de formación ética en los alumnos, con el fin de coadyuvar en la estrategia nacional de prevención, en el combate a la corrupción, dentro de una esfera que no se consideró en la reforma constitucional de mayo de 2015. Es decir, la reforma anticorrupción olvidó incluir los mecanismos para sembrar en las nuevas generaciones los procesos formadores de la identidad social.
Si bien es cierto que al aprobarse esta reforma, se contribuye para que las autoridades eliminen los abusos en el manejo del presupuesto y se faculta al Congreso de la Unión, a fin de emitir una ley general que establezca las bases de coordinación entre autoridades de los diferentes órdenes de gobierno, en el funcionamiento del Sistema Nacional Anticorrupción; no se incluyeron los valores que deben ser difundidos en la educación formal, para acompañar los principios inculcados en el seno familiar y, de este modo, asegurar el desarrollo pleno de nuestra niñez y juventud.
“Dado que esta reforma obliga a la ciudad de México, como a todos los estados de la República a armonizar dicho decreto con sus leyes locales, nosotros también debemos preocuparnos por mejorar a las personas que requieren del servicio público y, a su vez, a quienes lo ofrecen, pero no sólo para este momento, sino para que, paulatinamente, el fenómeno de la corrupción se revierta”, apuntó Segura Trejo.
Aún con la reforma política de la capital del país, la educación es y será un tema restringido por leyes federales, así como la salud, la seguridad pública y la procuración de justicia. Así, es preciso que esta iniciativa de iniciativa se apruebe, para que, por conducto del Congreso, se requiera una valoración integral de los planes de estudio de nivel básico a la Secretaría de Educación Pública.
En este sentido, la legisladora local dijo que la educación de nivel básico ha dejado de tener la misión inicial de formar personas comprometidas con la ética social, por una parte, fundada en un catálogo de valores mínimos de la sociedad; y, por otra con la ética pública, basada en los elementos que debe aportar cada ciudadano para mejorar su entorno, en el marco de la ley.
Por ello, a través de esta propuesta de modificación a los artículos 7, fracción VI y 8, fracción III de la Ley General de Educación, se dará prioridad a la “ética social como uno de los valores principales en el actuar de las personas y la ética pública como una de las directrices que regularán la relación entre la ciudadanía y las autoridades en cualquier nivel de gobierno”, concluyó Elena Segura Trejo, presidenta de la Comisión Especial para el Estudio y Análisis de las Finanzas Públicas.
