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NECESARIO SEPARAR BIENES DE LAS MANOS VIVAS

NECESARIO SEPARAR BIENES DE LAS MANOS VIVAS

21 de Marzo de 2013

“Ayer, Juárez secularizó los bienes de las manos muertas, hoy, requerimos otro como Juárez que venga a separar los bienes de las manos vivas”, así lo dijo el diputado Jorge Gaviño Ambriz al presentar un posicionamiento ante el Pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, en conmemoración al CCVII aniversario del natalicio de Benito Juárez.

Gaviño Ambriz, aseguró que las conquistas “Estado y Educación Laicos, separación Iglesia-Estado, libertad de cultos, libertad de conciencia y en síntesis toda una corriente de liberalismo histórico, ideológico y político” hoy día son acechadas, por lo que es necesario que al siglo XXI venga otro como Juárez que vuelva a separar la iglesia del Estado y que separe “de una vez por todas” los negocios públicos de los privados.

Aunque manifestó todo su respeto a los creyentes de Shiva, Cristo, Buda, Mahoma o cualquier denominación que se le de a Dios, “porque cada quien es libre de adorar, concebir, imaginar, sentir a Dios según dicte su conciencia”; hizo un llamado a que la educación pública llegue a todos los mexicanos como herramienta para la libertad y no con fines religiosos.

Jorge Gaviño, aseguró que uno de los principales propósitos de la laicidad, es buscar la igualdad entre géneros, razas, credos e ideologías, que permitan la convivencia armoniosa entre individuos.

“Tenemos la obligación sobre todo, a la ‘tolerancia’ piedra angular de la democracia, esa es la piedra angular señoras y señores diputados, público que me escucha, como señalaba Voltaire: Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte el derecho de decirlo”, sentenció.

Asimismo, destacó que los gobernantes de la sociedad civil no deben asistir como tales a ninguna ceremonia eclesiástica, sino acudir a los templos pero como hombres y mujeres.

Por lo que hizo un llamado a que aunque la Constitución no sea del agrado de muchos, encuentre su supremo apoyo en la representación nacional, en el agrado de la nación.