MOMENTO HISTÓRICO PARA DIRIMIR DIVISIONES QUE LA IZQUIERDA MEXICANA ARRASTRA DESDE HACE MÁS DE 85 AÑOS
14 de Junio de 2015
El diputado Óscar Moguel Ballado, señaló que este es el momento histórico para dirimir las divisiones que la izquierda mexicana arrastra desde hace más de 85 años con la finalidad de sintonizar todos los esfuerzos progresistas en un mismo proyecto de Nación que cambie sostenidamente las políticas públicas erráticas que sistemáticamente tienen en crisis al país a través de una Conferencia General de las Izquierdas Mexicanas para analizar los resultados electorales y sumar esfuerzos para el 2018.
Dijo que se deben analizar los resultados electorales, corregir errores y proponer alternativas de solución a los conflictos sociales para evitar la pulverización y sectorización de las izquierdas, sobre todo en la ciudad de México, que es la caja de resonancia nacional.
Expresó la urgencia de construir un frente progresista que aglutine las aspiraciones del PRD, de Movimiento Ciudadano, de Morena y de todas las expresiones progresistas y que agrupe a todos los sectores sociales para que manifiesten sus propuestas y sus ideas para refrescar y robustecer las ofertas sociales de izquierda, respetando la esencia de cada instituto político.
Expuso que a través de una Conferencia General de las Izquierdas Mexicanas se podrán conjuntar de una vez todas las voces en un solo proyecto de nación de manera incluyente donde el objetivo principal sea un cambio definitivo hacia la justicia social.
Dijo a su vez que se debe considerar la lealtad de los capitalinos que pese a migrar su voto de siglas, sigue siendo de izquierda. Moguel Ballado expresó que más allá del triunfo de un partido y la derrota de otro en realidad la izquierda capitalina perdió tres delegaciones, la mayoría absoluta en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) y el 50 por ciento de curules en la Cámara de Diputados.
El electorado sufragó de manera inteligente, razonó su voto porque lo lógico era que le diera el triunfo a la derecha y no lo hizo en cascada, pero, dijo, también mostró su descontento por el alza en las tarifas del Metro; el cierre de la Línea 12; la escasez de agua; actos de corrupción, negligencia y prepotencia de algunos delegados.
Además, destacó, la gente mostró su rechazo a los compadrazgos, al amiguismo, al continuismo, a los malos candidatos que van por proyectos personales y no colectivos. Ese es el voto que se debe cuidar. La gente merece un trato más digno, mejores servicios, mejores leyes que respondan a sus necesidades básicas, no obstante el grueso de la población capitalina se muestra leal a los principios colectivos.
La crisis de las directivas de la izquierda mexicana en su conjunto significa una gran oportunidad para zanjar diferencias y sumar esfuerzos para cambiar el rumbo del país, porque las siglas de un solo partido nunca podrán ganar elecciones presidenciales, sostuvo.
Sostuvo que actualmente las izquierdas en su conjunto suman el 31 por ciento del electorado nacional frente a un 30 por ciento que ostenta el partido en el poder y que el triunfo de un nuevo partido y la derrota de otro en el Distrito Federal, en realidad, de no reflexionar, ambos estarán impulsando al electorado a una migración del voto progresista a su anulación o cobijarse en el abstencionismo sino ve resultados claros.
Subrayó que la confianza que depositó el electorado en las urnas tiene un valor incalculable porque pese a las divisiones internas, dentro de la izquierda, en general, el pueblo capitalino refrendó que los partidos progresistas siguen siendo una opción.
Manifestó que los partidos de la Revolución Democrática, de Movimiento Ciudadano y del Movimiento de Renovación Nacional (MORENA) tienen una deuda moral con la ciudadanía y deben responder con hechos palpables que se traduzcan en bienestar social.
