Viernes 10 de Mayo de 2024

Transmisión en vivo
Play

Sin transmisión

Agenda del día
Sin Actividades Legislativas

TEMA
DEL DÍA

AL INSTANTE

Noticias

Principal / 

MANO DURA EN CONTRA DE LOS ENCARECEDORES DE PRODUCTOS DE LA CANASTA BÁSICA

MANO DURA EN CONTRA DE LOS ENCARECEDORES DE PRODUCTOS DE LA CANASTA BÁSICA

13 de Enero de 2015

El diputado Gabriel Godínez Jiménez pidió mano dura en contra de los encarecedores de precios de productos de la canasta básica porque se registran incrementos desmedidos que van del 18 al 67.85 por ciento.

Señaló que el costo de la canasta básica en la Central de Abasto (CEDA), que incluye frutas, verduras y abarrotes, es de 345 pesos contra 508.47 de los que se expenden en tiendas de autoservicio, lo cual representa entre 4.92 y 7.2 salarios mínimos.

Dijo que es irracional que la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (CONASAMI) autorice un 4.7 por ciento y por otro lado se eleven los precios de la canasta básica hasta con una diferencia del 67.85 por ciento respecto al 2014 y la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) haga oídos sordos.

Reveló que la carne para asar aumentó de un 18 a 20 por ciento al pasar de 100 y 110 pesos a 120 y 130 pesos el kilogramo y, que de acuerdo a la zona, llega a costar hasta 150 pesos; en tanto que el precio de la pechuga de pollo fluctúa entre los 79.50 y 84 pesos el kilo cuando el precio promedio el año pasado fue de 65 pesos.

El legislador local, destacó que el precio de pierna y muslo varia de 52.50 a 58 pesos; el pollo entero de 39.50 a 41.90; la carne de cerdo de 87.90 a 108 pesos, entre otros productos que han encarecido empresarios voraces por la falta de vigilancia de quienes deben velar por los intereses de los consumidores.

En eses sentido, Gabriel Godínez Jiménez subrayó que la Profeco no debe descuidar sus funciones y que las autoridades correspondientes deben clausurar y sancionar a los encarecedores de alimentos.

De poco sirve, agregó, que se diseñen nuevos modelos salariales si se descuida la vigilancia y regulación de los productos de la canasta básica y para ello refrendó su firme interés en que se cree el Instituto de Abasto Popular del Distritito Federal que realmente esté del lado de los consumidores y no de los grandes comerciantes.

Además de una adecuada regulación de los precios, también es imprescindible una nueva política salarial, para establecer nuevas estructuras de igualdad y equidad en el país, añadió.

De no hacerlo así, estimó, viviremos sin posibilidades de disminuir la pobreza y la desigualdad que son los detonantes de la inseguridad y la violencia. Por el contrario, aumentar el ingreso permitiría mejorar las condiciones de vida y de trabajo para todos los mexicanos, consideró.

Destacó que la situación actual es semejante a lo que se vivió en 1977 donde el poder adquisitivo de los salarios mínimos en México cayó en un 70 por ciento.

Argumentó que para recuperar el poder adquisitivo los trabajadores necesitan, por lo menos, un aumento del 254.1 por ciento, lo cual, dijo, es insensato. El país no está en condiciones para generar un aumento de esa magnitud, pese a que los trabajadores lo necesitan.

Pero, señaló, el aumento de 2.81 pesos es ridículo e insultante pues no alcanza ni para medio kilo de tortillas, ni para adquirir un cigarro, para los que fuman.

En ese sentido, subrayó, se debe cambiar el modelo en materia salarial y para ello se debe desindexar primero el salario mínimo. Se tiene que liberar de ser un referente de multas, créditos hipotecarios y hasta de partidas presupuestales de partidos políticos para que salario adquiera su valor.

Explicó que en lugar de ser simplemente un referente para la contratación de trabajadores, éste se convirtió al paso de los años en una unidad de cuenta utilizada para cobrar multas de tránsito, dar créditos o dar recursos a los partidos políticos y en tanto, el salario mínimo dejó de serlo, subrayó.

Godínez Jiménez, precisó que con la desindexación del salario mínimo, los trabajadores podrán tener un mejor ingreso tasado en cifras reales que no afecten la economía del país y si contribuyan al bienestar de millones de familias mexicanas.

El jefe de Gobierno capitalino envío su propuesta de desindexar y elevar los salarios mínimos y la Asamblea Legislativa del DF (ALDF) ya lo aprobó; tiene el visto bueno de la Cámara de Diputados, ahora sólo falta que los senadores hagan lo propio en beneficio de la clase trabajadora sin importar su filiación política, sostuvo.

Finalmente estimó que es muy probable que el DF sea la primera entidad del país donde se logre la desindexación y la elevación del salario mínimo sin originar problemas en créditos, inflación y multas, de continuar su curso.