Autorizar las romerías del Día de la Candelaria, demanda el Suárez del Real
25 de Enero de 2017
· La cultura es uno de los principales legados a las generaciones futuras, advierte el legislador de morena
Al hacer un llamado a garantizar las tradiciones en la Ciudad de México, el diputado José Alfonso Suárez del Real y Aguilera solicitó al jefe de Gobierno autorizar las romerías que se realizan el 2 de febrero de cada año, al conmemorarse el Día de la Candelaria en calles y plazas públicas.
El legislador de morena resaltó que México se ha adherido a importantes tratados internacionales en materia de protección al patrimonio cultural, como es el caso del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el cual establece que toda persona tiene derecho a participar en la vida cultural.
Desde la tribuna de la Asamblea Legislativa, Suárez del Real y Aguilera indicó que desde 1945, sobre la calle de Talavera, que va de la Plaza Alonso García Bravo a la Plaza del Aguilita, en el barrio de La Merced, se instala una tradicional romería, en la cual, durante enero y febrero se ofrece gran variedad y cantidad de productos relacionados con la costumbre de vestir al Niño Dios en el Día de La Candelaria.
Agregó:
“A lo largo de los años, esta zona ha experimentado una revitalización identitaria con motivo de la fiesta de La Candelaria, fenómeno que ha generado un mosaico de recuperación del patrimonio a partir de una tradición religiosa y popular que, a su vez, ha impactado en la economía, cultura y hasta en el paisaje urbano de la zona”.
Suárez del Real subrayó que de manera similar a como ocurre con motivo de la romería de Talavera en el Barrio de La Merced, se efectúan muchas más en la propia delegación Cuauhtémoc y en otras zonas de la Ciudad de México, todas las cuales preservan la riqueza de una gran tradición popular. A ellas asisten las familias en busca de comprar adornos de temporada a precios accesibles. Las romerías, dijo, consisten en puestos especiales que se colocan en las entradas principales de los mercados. Una de sus principales ventajas es que se encuentran cerca de los centros, donde hace sus compras habituales la mayoría de los habitantes de la Ciudad.
Precisó que el artículo 12 del Código de Ética de los Servidores Públicos para el Distrito Federal establece que al realizar sus actividades, el servidor público debe evitar la afectación de nuestro patrimonio cultural, asumiendo una férrea voluntad de respeto, defensa y preservación de la cultura, que se refleje en sus decisiones y actos.
“La cultura es uno de los principales legados para las generaciones futuras, por lo que los servidores públicos también tienen la responsabilidad de promover en la sociedad su protección y conservación”, finalizó.
